Parece que por fin hemos aceptado que la vida es un gran camino de aprendizaje y que aquellas cosas que debemos asimilar dependerán, a priori y en gran medida, del tipo de relaciones que seamos capaces de establecer con
Contigo no, mi amor
La vida es un proceso de evolución constante que obliga, antes o después, a la caducidad de ciertos aspectos de nuestra personalidad, ésa que creemos tan inmutable. Resulta muy curioso observar como, casi por norma,