En cierta medida, aunque hayamos tenido infancias “felices”, todos hemos sufrido heridas durante ese periodo de tanta sensibilidad y tan pocas herramientas. Este sufrimiento infantil provoca que se adopten de forma inconsciente estrategias defensivas para evitarlo, repitiéndose de adulto conductas no deseadas que nos conducen con mucha frecuencia al malestar emocional crónico, indeseable e inútil.
Tanto el sufrimiento infantil como las estrategias defensivas que elaboramos ante él, quedan codificadas en el inconsciente y ancladas corporalmente. Derivan mayoritariamente de vivencias dolorosas en relación con los padres. Estas estrategias, precisamente por ser infantiles y quedar rígidamente convertidas en rasgos del carácter, nos dificultan vivir en el presente como adultos con capacidad para amar, para relacionarnos y para trabajar libre y creativamente.
Sanar la relación con ellos en el pasado es condición necesaria para que sanemos en el presente, porque implica restaurar el amor a nosotros mismos y disolver los lazos de dependencia emocional que mantenemos con nuestros padres. Es decir, nos permite crecer.
Reconocernos a nosotros mismos y recuperar a nuestros padres y, a través de ellos, recuperar nuestra capacidad de amar aquí y ahora. Librarnos del amor inmaduro es, sencillamente, recuperar nuestra esencia, la conexión con nuestro guía interno hacia la salud y el bienestar.
Cuándo: Del viernes 18/05/2018 a las 19:00 al domingo 20/05 a las 18:00. Inscripciones solo hasta 27/04/2018.
Dónde: Centro Calima, Gilet, Valencia. Plazas: Limitadas a 12 personas.
Precio:
- Reserva 100 €, a descontar del precio final.
- 275 € incluido taller y alojamiento en pensión completa (entrevista previa necesaria).
- 232 € incluido taller y alojamiento en pensión completa, participantes retiros anteriores.
Inscripciones: Migue 690 31 12 65; cursos@hectorjorgeaymerich.com
Información: Héctor 645 41 63 78; info@hectorjorgeaymerich.com
“Lo que fue roto, puede ser reparado. Lo que fue perdido, recuperado. Encuéntrate a ti mismo.” A. R. Bozarth.